PEÑAS EN CARBAJALES
Foto 2006 todas las peñas

Son muchas las peñas formadas en Carbajales en los últimos años. Su actividad más notable se hace notar en el pueblo durante los días de fiestas, aunque algunas están funcionando durante todo el año.

La historia que viene a continuación recoge los nombres de todas:

¿DE QUÉ PEÑA ERES?

NO SÉ. Cuando subo el BUTANO
al RIBOTE para hacer EL CENTOLLO
que está D'ABUTEN me pagan
un TALEGO, pero me duele LA CHEPA.

La DESGRA nos puso una BOMBA
que ¡ AY DE MI !, PABERNOS MATAO
y se formó un KAOS que LOS DRAGONES
y LOS DELFINES, INADAPTADOS,
hicieron una ESTAMPIDA.

LOS VENAOS, que son unos ARTISTAS
con el PELO P'ATRÁS,
CANSADOS DE PONER NOMBRE
le dijeron a ZAPATA que LO QUE DIGÁIS.



NOTA: Envíame fotos de tu peña y una breve historia si quieres que se incluya en este apartado.

Peña el BUTANO
Peña el Butano

Peña los ABANTONES (aunque es ya historia, algún día volverá a levantar el vuelo)

Foto Peña los Abantones

"Los Abantones" es el nombre de una "peña", entre las varias que suelen constituirse en Carbajeles de Alba, allá por septiembre, con ocasión de sus fiestas patronales. Hace ya banstante tiempo publiqué una famosa "Cordera" celebrada también en la villa albalistana el año de gracia de 1929. Terminaba con esta estrofa de despedida, que aún recuerdan las personas mayores del pueblo:

La despedida vos damos,
que no quisiéramos dar;
la que dan los "abantones"
cuando empiezan a volar.
Gra, gra, gra ...

      Y es que la palabra "abantón" ha sido y es de uso corriente entre los carbajalinos y otros habitantes de la provincia de Zamora.  Significa buitre. En sentido figurado, equivale a fantasmón, grandullón o algo parecido.  A petición de varios de mis asiduos lectores , voy a decir unas cuantas cosas sobre su origen e implantación idiomática. Como siempre, hablaré en plan de mero aficionado, casi de intruso en un terreno epistémico que no me pertenece.

     "Abantón" es un aumentativo de "abanto" (con "b"), palabra que está recogida en diversos diccionarios, incluido el "oficial" de la Real Academia. Se le atribuyen varios significados directos: "ave rapaz semejante al buitre, pero más pequeña"; " una especie concreta del grupo de los vultúridos"; "cualquier ave de de la familia de los buitres"... Las significaciones indirectas o figuradas son mucho más numerosas: "persona torpe", "hombre espantadizo y sin atención", "ser impetuoso que lo atropella todo", "varón vestido de negro" (el cura, por ejemplo), "persona alta y delgada", "toro cobarde o aturdido", "animal miedoso"...

      Un célebre diccionario del siglo pasado situaba el uso de esta palabra con exclusividad, en la provincia de Soria.  Sin embargo, se puede encontrar en núcleos aislados de Zamora y Tras-os-Montes.
Una cosa es cierta. Lo mismo que los buitres, corren el peligro de desaparecer, urge pues declarar la palabra "especie protegida"...

     Por todo esto, hay que destacar y alabar el acierto y mérito de los jóvenes carbajalinos al rescatar una palabra tan venerable, que suena y resuena como bomba portuguesa en ceremonia nupcial.
Puedo prometer y prometo a los integrantes de la peña "Los Abantones" (con "b",  repito) que, durante las próximas fiestas de nuestra patrona, la Virgen de Árboles,  pasaré por su domicillio social para tomar una copichuela.

(@rtículo extraido de "La Opinión - El Correo de Zamora", 21-Julio-1994, pag. 2, escrito por
D. Francisco Rodriguez Pascual)


Peña “La Muña”

 

En los albores de los años ochenta, unas mozas carbajalinas y otras forasteras (hijas del pueblo), tienen la idea de fundar una peña. En principio se iba a llamar “Zirach” (Chariz al revés) y su vestimenta sería amarilla, sin embargo, por razones que ahora no vienen al caso, se acabó llamando “La Muña” y su color sería el negro. Sus tres o cuatro primeros años de funcionamiento tuvieron su sede oficial en el número 6 de la C/ Oro (carretera), enfrente de la antigua farmacia, para acabar sus días de peña en el número 2 de la calle del Pozo, con vuelta a la calle el Rollo.

La Muña se caracterizó, sobre todo, por su carácter abierto a todos los visitantes, ya fuesen del pueblo o forasteros, para todos había una jarra de su afamada sangría. Después de las penurias del primer año de existencia: presupuesto escaso, sede social mal acondicionada, falta de energía eléctrica, ciertas desavenencias entre sus Foto - Peña La Muñasocios … El segundo año y posteriores, con mayor presupuesto, energía eléctrica y un local mejor acondicionado, fue una explosión de charanga y chirigota gracias a su afamada sangría (tremendo brebaje que al tercer baso tumbaba a un elefante). Tal es el caso, que se comenta que el día ocho de septiembre se llegaban a elaborar 120 litros de sangría y eran consumidos sin descanso hasta el amanecer; aparte del aguardientonic, brandy, cervezas, cubatas y demás. Ese día se llegó a comentar que habían emborrachado a todo el pueblo.

El local de esta peña se llegó a convertir en lugar de convergencia de todos los noctámbulos, ya que se decía que hacían turnos para mantenerlo abierto las veinticuatro horas del día. Siempre abierto, con música (de la movida), bebida, comida, tabaco (celtas cortos) y su carácter abierto, era el lugar de peregrinación de todo aquel que no quería irse a la cama después de cerrar todos los bares.

En aquellos tiempos no se gozaba de apoyo institucional (ayuntamiento) de ningún tipo, más bien al contrario, tal es el caso que la charanga que acompañaba a las peñas se contrataba y pagaba por las peñas, fundamentalmente por “Casa Chaca” y “La Muña”. Pero todo tiene su fin y por avatares de la vida que no vienen al caso, cerró su existencia en el local del número 2 de la calle el Pozo (esquina con el rollo), frente al pozo que nombre a la calle. En dicho pozo se hicieron apuestas de haber quien hacía diez flexiones de brazos, apoyados en el brocal y con el cuerpo hacia dentro. Otros se limitaban a vomitar en su interior cuando la sangría y el cava hacían su efecto menos deseado.
(@rtículo cortesía Pili)