Son muchas las peñas formadas en Carbajales en los últimos años. Su actividad más notable se hace notar en el pueblo durante los días de fiestas, aunque algunas están funcionando durante todo el año.
La historia que viene a
continuación recoge los nombres de todas:
¿DE QUÉ PEÑA ERES?
NO SÉ.
Cuando subo el BUTANO
al RIBOTE para hacer EL
CENTOLLO
que está D'ABUTEN me pagan
un TALEGO, pero me duele LA
CHEPA.
La DESGRA nos puso una BOMBA
que ¡ AY DE MI !, PABERNOS MATAO
y se formó un KAOS que LOS
DRAGONES
y LOS DELFINES, INADAPTADOS,
hicieron una ESTAMPIDA.
LOS VENAOS, que son unos ARTISTAS
con el PELO P'ATRÁS,
CANSADOS DE PONER NOMBRE
le dijeron a ZAPATA que LO
QUE DIGÁIS.
"Los Abantones" es el nombre de una "peña", entre las varias que suelen constituirse en Carbajeles de Alba, allá por septiembre, con ocasión de sus fiestas patronales. Hace ya banstante tiempo publiqué una famosa "Cordera" celebrada también en la villa albalistana el año de gracia de 1929. Terminaba con esta estrofa de despedida, que aún recuerdan las personas mayores del pueblo:
La despedida vos damos,
que no quisiéramos dar;
la que dan los "abantones"
cuando empiezan a volar.
Gra, gra, gra ...
Y es que la palabra "abantón" ha sido y es de uso corriente entre los carbajalinos y otros habitantes de la provincia de Zamora. Significa buitre. En sentido figurado, equivale a fantasmón, grandullón o algo parecido. A petición de varios de mis asiduos lectores , voy a decir unas cuantas cosas sobre su origen e implantación idiomática. Como siempre, hablaré en plan de mero aficionado, casi de intruso en un terreno epistémico que no me pertenece.
"Abantón" es un aumentativo de "abanto" (con "b"), palabra que está recogida en diversos diccionarios, incluido el "oficial" de la Real Academia. Se le atribuyen varios significados directos: "ave rapaz semejante al buitre, pero más pequeña"; " una especie concreta del grupo de los vultúridos"; "cualquier ave de de la familia de los buitres"... Las significaciones indirectas o figuradas son mucho más numerosas: "persona torpe", "hombre espantadizo y sin atención", "ser impetuoso que lo atropella todo", "varón vestido de negro" (el cura, por ejemplo), "persona alta y delgada", "toro cobarde o aturdido", "animal miedoso"...
Un
célebre
diccionario del siglo pasado situaba el uso de esta palabra con
exclusividad,
en la provincia de Soria. Sin embargo, se puede encontrar en
núcleos
aislados de Zamora y Tras-os-Montes.
Una cosa es cierta. Lo mismo que los buitres,
corren el peligro de desaparecer, urge pues declarar la palabra
"especie
protegida"...
Por todo esto, hay
que destacar y alabar el acierto y mérito de los jóvenes
carbajalinos al rescatar una palabra tan venerable, que suena y resuena
como bomba portuguesa en ceremonia nupcial.
Puedo prometer y prometo a los integrantes
de la peña "Los Abantones" (con "b", repito) que, durante
las próximas fiestas de nuestra patrona, la Virgen de
Árboles,
pasaré por su domicillio social para tomar una copichuela.
(@rtículo
extraido de "La Opinión - El Correo de Zamora", 21-Julio-1994,
pag.
2, escrito por
D. Francisco Rodriguez Pascual)
Peña
“La Muña”
En los albores de los años ochenta, unas
mozas carbajalinas
y otras forasteras (hijas del pueblo), tienen la idea de fundar una
peña. En
principio se iba a llamar “Zirach” (Chariz al revés) y su
vestimenta sería
amarilla, sin embargo, por razones que ahora no vienen al caso, se
acabó
llamando “La Muña” y su color sería el negro. Sus tres o
cuatro primeros años
de funcionamiento tuvieron su sede oficial en el número 6 de la
C/ Oro
(carretera), enfrente de la antigua farmacia, para acabar sus
días de peña en
el número 2 de la calle del Pozo, con vuelta a la calle el Rollo.
La Muña se caracterizó, sobre todo,
por su carácter abierto
a todos los visitantes, ya fuesen del pueblo o forasteros, para todos
había una
jarra de su afamada sangría. Después de las penurias del
primer año de
existencia: presupuesto escaso, sede social mal acondicionada, falta de
energía
eléctrica, ciertas desavenencias entre sus socios … El segundo
año y
posteriores, con mayor presupuesto, energía eléctrica y
un local mejor
acondicionado, fue una explosión de charanga y chirigota gracias
a su afamada
sangría (tremendo brebaje que al tercer baso tumbaba a un
elefante). Tal es el
caso, que se comenta que el día ocho de septiembre se llegaban a
elaborar 120
litros de sangría y eran consumidos sin descanso hasta el
amanecer; aparte del aguardientonic, brandy, cervezas,
cubatas y demás. Ese día se llegó a comentar que
habían emborrachado a todo el
pueblo.
El local de esta peña se llegó a
convertir en lugar de
convergencia de todos los noctámbulos, ya que se decía
que hacían turnos para
mantenerlo abierto las veinticuatro horas del día. Siempre
abierto, con música
(de la movida), bebida, comida,
tabaco (celtas cortos) y su carácter abierto, era el lugar de
peregrinación de
todo aquel que no quería irse a la cama después de cerrar
todos los bares.
En aquellos tiempos no se gozaba de apoyo
institucional
(ayuntamiento) de ningún tipo, más bien al contrario, tal
es el caso que la
charanga que acompañaba a las peñas se contrataba y
pagaba por las peñas,
fundamentalmente por “Casa Chaca” y “La Muña”.
(@rtículo
cortesía Pili)